Relatos de vida en las voces de mujeres que atienden emergencias  

“Yo soy una mujer que salva vidas” es la frase insignia que comparten miles de mujeres que atienden emergencias y ayudan a mantener a las familias completas en el país. Este 8 de marzo es la oportunidad perfecta para recordar las historias que gracias a la acción de estas valientes permiten que las personas tengan una nueva oportunidad de vivir. Narraciones de este tipo se registran todos los días en el Servicio Integrado de Seguridad ECU 911 y en los lugares donde se producen las emergencias.   

Jasmina Reyna, evaluadora de llamadas del ECU 911 Quito, cuenta que ayudó psicológica y emocionalmente a una mujer que intentaba suicidarse, Carla González, Bombera de Durán, coordinó el envío de recursos para salvar la vida de un niño que cayó a un pozo, fue rescatado, atendido por paramédicos y entregado a sus padres, por su parte Andrea Pañora, médica prehospitalaria del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social en Cuenca, gestionó la movilización de una ambulancia para atender a una mujer que fue agredida físicamente y la Cabo Segundo de Policía, Jessica Benavides, colaboró en Machala con una labor de parto, todas 
—gracias a su trabajo— comparten una premisa principal que guía su carrera profesional: “aunque no conozcan a las personas que tienen emergencias, ellas están para ayudarlas”.  

El trabajo operativo salva vidas y para estas mujeres realizar sus tareas diarias llena su corazón, ellas al igual que los millones de paramédicas, policías, bomberas, doctoras, operadoras de llamadas, enfermeras… del Ecuador experimentan gratas sensaciones al ayudar a alguien sin esperar agradecimientos; su mejor recompensa es el trabajo bien hecho que habla por sí solo. Estos casos se registran en el ECU 911 a cada instante y tienen un factor en común: la pasión por servir a los demás y la vocación por lo que hacen.

Auxiliar a las personas involucra a varios actores y para que sea efectiva su acción colaboran muchas instituciones. No importa si es a bordo de una ambulancia, una autobomba, un patrullero, un helicóptero, en una sala de llamadas o monitoreando cámaras… la única misión de estas mujeres es apoyar a quienes más lo necesitan, porque ellas aman su trabajo. Al regresar a sus hogares tendrán la satisfacción de contar que hicieron de este mundo un sitio mejor, pues hoy salvaron vidas… hoy los suyos se sentirán orgullosos de ellas.   

Para la atención primaria de labores de parto, emergencias de violencia intrafamiliar, intentos de suicidio, rescates, personas extraviadas, entre otros miles de reportes, los evaluadores del ECU 911 y de las entidades articuladas en las salas de operaciones a escala nacional usan técnicas de primeros auxilios psicológicos, de sensibilización, de contención emocional y de escucha activa debido a la naturaleza y delicadeza de los reportes ciudadanos. En cambio, personal de primera respuesta en territorio realiza acciones más logísticas con el fin de precautelar la salud y la vida de las personas. 

DATOS ESTADÍSTICOS

  • En el ECU 911, a escala nacional, en sus distintos departamentos trabajan 626 mujeres; algunas de ellas en horarios rotativos.
  • Del 1 al 7 de marzo de 2024, se ha coordinado la atención de 48.286 emergencias en Ecuador.
  • En las instalaciones del ECU 911 en la capital laboran, aproximadamente, 250 mujeres de las entidades articuladas.

Este 8 de marzo es la fecha propicia para conmemorar la lucha que empezó en 1908 y que continúa con los millones de mujeres ecuatorianas trabajadoras, esforzadas y valientes que laboran día a día para ayudar a otras personas, salvar vidas y aportar al desarrollo del país.